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viernes, 17 de mayo de 2013

MARFANILUSTRE: MICHAEL PHELPS


Inauguramos esta sección con un hombre sorprendente: Michael Phelps. 
Para quien no haya oído hablar de él, os ponemos en antecedentes: Michael es un nadador estadounidense nacido en el año 85. Sus méritos como deportista de élite dejarían a cualquiera con la boca abierta. Para que os hagáis una idea: es acreedor de un total de 71 medallas en grandes competiciones (Campeonato Pan-Pacífico, Campeonatos Mundiales y Juegos Olímpicos). Con semejante palmarés, y además de haber logrado ser recordista mundial en varias modalidades, otro tipo de récords se suceden:


- Máximo medallista de oro en una sola edición de los JJ. OO. (Pekín 2008, 8 medallas de oro)
- Premio Deportista del año 2008 otorgado por la revista Sports Illustrated
- Deportista olímpico con más medallas de oro (18)
- Deportista olímpico más condecorado de todos los tiempos (22)

Y aunque parezca increíble, este superhombre padece el síndrome de Marfan. En algún momento de su vida profesional, «El tiburón de Baltimore» (como es conocido en su ciudad natal) sintió que su corazón se aceleraba de una manera anormal. Rápidamente se puso en manos de un médico para tratar de determinar la causa de aquellas taquicardias. Así lo explica el propio Phelps en su libro «Michael Phelps: debajo de la superficie»:

«Mi ritmo cardíaco se acelera y Bob me sugirió ver al médico. Porque yo era muy flexible de extremidades, de las manos y los pies. Tuve algunos de los primeros síntomas del Síndrome de Marfan, una enfermedad que afecta al tejido conectivo y puede ser fatal si hay fugas de los estímulos eléctricos del corazón. Si usted puede extender sus brazos y forma una T y su envergadura es superior a su altura, puede estar en situación de riesgo. En mi caso, las mediciones han sido siempre muy estrechas. Yo no sabía en el momento por qué el médico decidió buscar en esto. Mi mamá y Bob no querían alarmarme, por lo que me dijo que era simplemente una buena idea para los jóvenes deportistas el tener un ECG de prueba con el fin de buscar anomalías en el corazón. Afortunadamente todo fue, y sigue siendo, bien».

Por fortuna, su raíz aortica no estaba dilatada y su corazón latía perfectamente. Con 1,93m de estatura, Michael Phelps continuó arrasando en las piscinas del mundo a pesar de, o incluso gracias a, presentar algunas de las manifestaciones del síndrome de Marfan.

Ahora bien, ¿padece realmente Michael Phelps el síndrome de Marfan? Las informaciones son confusas. En algunos medios lo niega y en otros lo confirma, así que, ante la imposibilidad de preguntárselo a él mismo, solo podemos construir una hipótesis: La única forma fiable de diagnosticar el síndrome de Marfan es mediante una prueba genética que determina exactamente cuál es el exón mutado del gen FBN1 (encargado de la codificación de la proteína fibrilina 1) que se encuentra en el cromosoma 15. Desconocemos si Phelps ha realizado esta prueba definitiva en cuanto a diagnóstico, así que, asumiremos que no. El SM presenta en cada individuo un abanico muy distinto de manifestaciones, por tanto sería posible que algunos afectados no sufrieran patologías cardíacas (precisamente, una de las manifestaciones más severas). En el aspecto de Phelps sí se aprecian rasgos de fenotipo marfan y parece aclarado por su parte que sí sufre una enfermedad rara que afecta al tejido conectivo. Esa enfermedad podría ser perfectamente el síndrome de Marfan y por ello, entra limpiamente y de cabeza en la categoría de marfanilustre.

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